sábado, 17 de enero de 2015

Cigarrillos, alcohol, heroína y Chopin.

Fueron horas que se ocuparon para conducir. Tuvieron que oír en la radio sobre el homicidio de Robert y que aún no encontraban a Audrey. No eran melodías placenteras y trataban de ahogarlas escuchando a Mac DeMarco y con unos Viceroy. Lo querían mucho y ni se habían dado cuenta que tenían algo más en común.
No se dieron cuenta cuando ya habían llegado a su viejo hogar. París aún estaba con esa fragancia amorosa y conocida. Las hacía viajar, y eso era perfecto. Cuando llegaron a la vieja gran casa se dieron cuenta de cuánto habían crecido, porque ya no era tan grande.
Estacionaron en auto, se sacaron las pelucas y luego siguieron a James, quien les habría abierto las puertas de la casa. Les esperaba un gran festín en el comedor. Ambas se sentaron en sus asientos de pequeñas y se sirvieron de todo un poco.
-Qué viejo está James.-Susurró Ramona.
-Agradece que nos quiere y que nos preparó todo.-Dijo y tomó un poco de vino de su copa.
Luego de que entraran las maletas, James se fue.
En la casa sonaba Subterranean Homesick Blues de Dylan. Ambas bailaban por la felicidad de escapar.
La fiesta era linda, y ya estaba amaneciendo. Decidieron dormir un poco, estaban exhaustas.
Para cuando despertaron, ambas ordenaban sus cosas en sus futuras habitaciones. Él teléfono de Ramona sonó y vio que se trataba de Evan. 
-¿En dónde estás?-Preguntó él.
-¿Por qué?-Preguntó ella sospechando. En eso llegó Pru y se posó a su lado.
-Estamos preocupados por ti. Ross quiere verte.
-Ah, dile que se masturbe y ya.
-Tonta. Dinos en dónde estás y vamos de inmediato.
-¿Están con la policía o algo?
-No.-Dijo seguro.
-Voy a creerte. Estoy en París con Pru.
-¿Qué?
-¿Vienen o no?
-Sí, claro, ¿En dónde están?
Los Strypes se dirigían a la casa de Pru y Ramona en el jet privado de la banda. Habían llegado en pocas horas a París, entonces subieron al auto que les esperaba y se fueron directo a ver a las chicas.
Cuando llegaron les abrió una sonriente Ramona, y atrás estaba Pru, sentada en la escalera. Ross tomó a Ramona y la besó en los labios apenas la vio, y los demás fueron a saludar a Pru con un abrazo y un beso en la mejilla. Evan miró todo el tiempo a Pru con unos "ojos brillantes" y una sonrisa en la cara, pero se ponía serio cuando Pru lo miraba.
Había música, cigarrillos, alcohol y algo de heroína que había llevado Josh. Todos estaban drogados y borrachos, cuando Ramona y Ross desaparecieron. 
-¿Hace cuánto que llegaron?-Preguntó Evan a Pru.
-Ayer por la noche.
-Ah, bien.-Fue silencio.
-¿No quieres ir afuera?-Preguntó Pru.
-De acuerdo.
Ambos salieron de la casa y se fueron al patio trasero. Evan sacó una cajetilla de cigarrillos y le ofreció a Pru, quien aceptó. Luego ambos prendieron sus cigarros.
-¿Qué ha sido de ti?-Preguntó Pru.
-¿De mi? Nada especial, solo ha sido un mundo de drogas, sexo y rock and roll, literalmente.
-Suena bien...-Dijo sonriendo y volteando a mirarlo.
-No lo es.-Rió mirando a Pru.
-¿Por qué? 
-Las mujeres con quienes me he acostado, nunca reemplazaron a la que siempre ame.-Dijo mirando los ojos de Pru.
Ambos se quedaron en silencio, y luego ambos labios se toparon, "accidentalmente". Se fueron a la habitación de Pru, mientras que Pete y Josh salian de la casa. 
Los gemidos de ambas habitaciones se escuchaban hasta la sala de estar, que aún estaba cubierta de Chopin.

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